El telescopio espacial James Webb de la NASA ha vuelto a sorprender a la comunidad científica con una nueva imagen, publicada este 2 de diciembre de 2025, que muestra una interacción fascinante entre dos galaxias enanas cercanas. Este fenómeno, descrito como una especie de danza cósmica, ofrece una ventana única para comprender cómo eran las estructuras galácticas en las etapas más tempranas del universo.
A diferencia de sistemas masivos como nuestra Vía Láctea, estas galaxias enanas suelen tener mucha menor masa, pero contienen grandes cantidades de gas. Se caracterizan por poseer relativamente pocas estrellas y una presencia mínima de elementos más pesados que el helio. Observar el proceso de fusión entre ellas no es solo un espectáculo visual; es una oportunidad crítica para que los astrónomos descifren cómo crecieron y evolucionaron las galaxias hace miles de millones de años.
La discreta belleza de las Úrsidas en el cielo nocturno
Mientras el James Webb observa las profundidades del espacio, los entusiastas de la astronomía en la Tierra tienen su propia cita esta semana. Si la reciente lluvia de las Gemínidas dejó con ganas de más, las Úrsidas llegan ahora para tomar el relevo. Aunque no son tan espectaculares en cantidad —producen un máximo de unos diez meteoros por hora—, presenciar uno de estos eventos más sutiles de la naturaleza genera una satisfacción especial.
El origen de estos granos de polvo cósmico se remonta al cometa 8P/Tuttle, descubierto en 1858 por el prolífico astrónomo estadounidense Horace Parnell Tuttle. El punto máximo de esta lluvia ocurrirá durante la noche del 22 al 23 de diciembre, con meteoros que parecen irradiar desde la constelación de la Osa Menor. Para quienes se encuentren en el Reino Unido o latitudes similares del norte, el radiante será visible desde el atardecer, ya que esta constelación es circumpolar. Sin embargo, debido a su posición tan al norte, los habitantes del hemisferio sur no podrán disfrutar del evento.
Para quienes decidan salir a observar, la paciencia es fundamental. Se recomienda vestirse con ropa térmica muy abrigada, prestando especial atención a los pies, y utilizar una silla reclinable con una manta para evitar el cansancio tras una hora de espera bajo el cielo invernal.
El valor de la autonomía frente al poder mediático
Así como la ciencia busca la verdad en las estrellas, el periodismo ha luchado por encontrar un modelo que garantice su propia integridad. En 1936, John Scott, hijo del legendario editor CP Scott, tomó una decisión sin precedentes para un heredero de medios: renunció a su participación en el diario The Guardian por el bien común. Scott decidió ceder todos los beneficios financieros, manteniendo únicamente su salario, y entregó la propiedad al entonces recién creado Scott Trust. En aquel tiempo, esa participación valorada en un millón de libras equivaldría hoy a unos 62 millones de dólares.
La misión central de este fideicomiso ha sido, desde entonces, asegurar la independencia financiera y editorial de The Guardian a perpetuidad. Esta estructura garantiza que el medio no pueda ser comprado por firmas de capital privado, conglomerados o multimillonarios que busquen una plataforma para difundir sus agendas políticas.
Contar con esta autonomía permite al medio informar sobre cualquier tema o figura, desafiar a los poderosos y mantener una postura firme en momentos donde otros prefieren guardar silencio. Es un modelo de propiedad que, al igual que los descubrimientos espaciales que nos ayudan a entender nuestro lugar en el cosmos, busca arrojar luz sobre la realidad del mundo sin interferencias externas.




