La película surcoreana Junto a los Dioses: Los dos mundos, dirigida por Kim Yong-hwa y estrenada el 14 de diciembre de 2017, nos sumerge en una historia impactante que mezcla drama, fantasía y acción en una trama centrada en la vida después de la muerte. Con una duración de 135 minutos y un presupuesto de 18,3 millones de dólares, esta producción logró captar la atención del público no solo por su narrativa emocional, sino también por sus impresionantes efectos visuales.
El protagonista de la historia es Ja-hong, un bombero que muere inesperadamente durante una operación de rescate. Tras su fallecimiento, es escoltado al más allá por tres guardianes sobrenaturales. En este universo paralelo, todo alma debe someterse a siete juicios en distintos reinos, cada uno de ellos diseñado para evaluar aspectos morales clave de la vida pasada del difunto, como la traición, la violencia, la pereza o el egoísmo.
La única manera de que Ja-hong logre la reencarnación es demostrar que fue una persona recta y justa durante su vida en la Tierra. A lo largo del proceso, sus tres guardianes, que cumplen roles similares a abogados y guías espirituales, lo acompañan en cada juicio. Ellos no solo lo defienden frente a los fiscales del inframundo, sino que también descubren verdades ocultas sobre su vida y sus propios destinos.
Más allá de su trama cargada de emociones y dilemas éticos, la cinta ofrece una reflexión profunda sobre el valor del sacrificio, el perdón, la familia y las decisiones que marcan nuestras vidas. A través del viaje de Ja-hong, el espectador se enfrenta a preguntas universales sobre el bien y el mal, y sobre cómo nuestras acciones repercuten más allá de la muerte.
La dirección de Kim Yong-hwa combina elementos tradicionales de la mitología coreana con un ritmo moderno y accesible para audiencias internacionales. Los efectos visuales y la ambientación del más allá fueron aplaudidos tanto por críticos como por el público, consolidando a la película como una de las más exitosas del cine surcoreano de ese año.
Junto a los Dioses: Los dos mundos no solo es una historia sobre el más allá, sino una poderosa metáfora sobre la vida misma. A través de los desafíos que enfrenta su protagonista, el filme nos invita a mirar hacia nuestro interior y pensar en lo que realmente importa: nuestras acciones, nuestras relaciones y el legado que dejamos atrás.